Año nuevo lejos de casa por Alba Salgado

Alba Salgado / Sobre vivir en Holanda

La época de las celebraciones holandesas (Sint Maarten y Sinterklaas), así como las ya acostumbradas por todos (Navidad y Año Nuevo) ya pasaron, así, se puede tener un poco de descanso a todo el relajo que ha habido acá durante mes y medio…

Gouda

En Holanda, hasta hace relativamente poco tiempo, la Navidad no era una celebración TAN importante como podría ser Sint Maarten o Sinterklaas (en especial esta última). Creo que éstas lo eran porque eran celebraciones para los niños, que incluía a los adultos, claro está, mientras que la navidad era más para aquellos que fueran más apegados a la religión, porque de otra forma sólo era la cena y los días de asueto.

Muchos, pero no todos los mexicanos que andamos por estos lares, hacemos la migración a la madre tierra cual si fuéramos aves, para pasar, al menos, ese tiempo en familia allá en México. Mientras los que quedamos acá, vemos con ojos de nostalgia y un poco de envidia (siii, ¿por que no decirlo, si es la verdad? que cuando todo es amor y felicidad aquí. Dentro, muy dentro del corazón, hay la profunda tristeza de no tener a TU familia a tu lado como aquel que hizo la emigrada por las vacaciones para saborear una vez más ese ponche que juraste no volver a beber), porque nosotros pasamos este tiempo acá. Se extrañan las posadas, las piñatas, los apaleados porque se les ocurrió atravesarse a media piñata (¿serán más tontos??? Digo, quién se le ocurre ponerse frente a una persona con ojos vendados y armado con un palo en la mano???, pero bueno).

Pero para los mexicanos (como quizá para TODOS los latinoamericanos que andamos por estos lares),   la Navidad ES importante y el año Nuevo TAMBIÉN. Más, después de tantos años de celebrar desde el día de la virgen de Guadalupe (que los mexicanos celebramos el 12 de diciembre) y de allí, hasta el 24 del mismo mes… las posadas, Ayyyyy chulada (lindura) de pachangas que se arman hasta la Navidad… Y luego el año nuevo (Y a veces Reyes Magos, que se celebra por ahí del día 6 de enero).

Aeropuerto Schiphol en una de esas nevaditas…

Cada año llegan a nosotros las noticias de todos aquellos que se quedaron varados en el aeropuerto antes de navidad por las tormentas o nevadas que bien parecen con toda la mala leche de aparecer, cuando más se quería llegar. De pronto el pavo de navidad no es más que un mugriento e infeliz Kentuky Fried chicken y la sidra… un vaso de pepsi con más hielo que refresco. Lágrimas en los ojos de aquellos que dan entrevista a las noticias de la televisión, diciendo que estaban viviendo una pesadilla… Entonces nos decimos (más para consolarnos ante las ganas de estar en la madre tierra) «Que bueno que YO no estoy en esas situación…» (pero la verdad es que SI quiesieras estar rumbo al HOGAR, a la madre tierra). Mientras que para aquellos que nos quedamos  en Holanda (o para el caso en cualquier país que no sea el propio) se va viviendo un conteo en el alma de cuántos días faltan para navidad? Cuántos para el fin del año??? Un conteo que en absoluto es agradable…

Sí, en cuanto llegamos a esta tierra, la mayoría de los Mexicanos (y quizá cualquier extranjero que llega a vivir acá), nos ponemos a buscar los ingredientes de nuestra comida diaria: Tortillas, chiles, frutas y verduras… Poco a poco van apareciendo los más comunes y poco a poco te vas dando cuenta de los ingredientes que vas a tener que ir olvidando o trayendo desde tu propio rancho, porque acá simplemente no los vas a encontrar…

Por qué o para qué hacemos esta búsqueda de ingredientes? Para no sentir la distancia, para no sentir la soledad de saber cuán lejos estas del suelo en que se ha nacido (ayyy canción Mixteca cómo duele escucharte!!!).

 El internet se ha vuelto, cuando menos para mi, en mi cable a tierra. Dígase lo que me hace sentir cerca de mi tierra, mi rancho, mis tradiciones. Además, seguir páginas como Mexicanos en Holanda, Mexicanos en Europa o Mexicanos en el Mundo, son la opción para poder hablar con otros que están en situaciones parecidas a la tuya, a quien de una forma especial, te entiende.

A qué me refiero? A que una de las primeras cosas a las que un mexicano (o latino) que tiene de pareja a un holandés (u holandesa) se enfrenta acá es que NO entiende. Si, te quiere, SI comprende que extrañas tu casa y a tu familia, pero NO entiende lo que es estar lejos de casa, NO entiende lo que es extrañar el sazón de tu tierra, no entiende lo que es NO escuchar tu idioma (y aunque sí hable español), NO entiende los mexicanismos, como el chale!, Nombre! Chin!, Ya valió! Pa’ su mecha! y hasta el muy nacional CHINGAR (sorry, pero es muy nacional).

Pero tampoco entenderá lo terrible que es acostumbrarse a este móndrigo clima de locos, a las mil y una reglas que van desde separar la basura, usar la bicicleta, llevar bolsas de plástico al supermercado, tener que recargar la tarjeta para el transporte público… TOOOOOODO.

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