“Un día, cuando aún éramos amigos, me dijiste que tú te visualizabas viajando, trabajando o escribiendo, mucho más que casada y con hijos y una vida en pareja. Es por eso que no me pude decidir por ti, porque creo que jamás admitirías un compromiso…
No significa que no te quiera: te quiero mucho y quizá me arrepienta de esto, pero no me puedo arriesgar…”
Dale click en la imagen para leer la historia completa