Todos nos enojamos, pero la furia fuera de control no es buena para quienes se encuentren a su alrededor e incluso puede serle dañina a su propio organismo. Aquí presentamos algunos consejos para ayudarle a tranquilizarse.
Relajación
Simples técnicas de relajación como respirar profundoamente y la imaginería relajante pueden ayudar a calmar sentimientos de enojo. Si su pareja es irascible como usted, sería una buena idea que ambos aprendieran estas técnicas.
Algunos pasos sencillos que puede tratar:
Cambie la forma en que piensa
Las personas enojadas tienden a maldecir, a insultar y a hablar con términos muy subidos de tono que reflejan sus pensamientos internos. Cuando está enojado, sus ideas pueden volverse muy exageradas y demasiado dramáticas. Procure reemplazar estos pensamientos por otros más razonables. Por ejemplo, en lugar de decirse, «Ay, es horrible, es terrible, se arruinó todo», dígase «es frustrante y es comprensible que esté disgustado pero no es el fin del mundo y enojarme no va a solucionarlo».
Tenga cuidado con las palabras «nunca» o «siempre» cuando habla sobre usted o sobre otra persona. «Esta máquina nunca funciona» o «Siempre te olvidas de las cosas» no solo no son precisas sino que además tienden a hacerlo sentir que su enojo está justificado y que no hay forma de resolver el problema. Además, distancian y humillan a las personas que de otro modo podrían estar dispuestas a trabajar con usted para hallar una solución. Por ejemplo, supongamos que tiene un amigo que siempre llega tarde cuando hacen planes para encontrarse. No lo ataque; piense en cambio en la meta que desea lograr: llegar usted y su amigo aproximadamente a la misma hora. Evite decir cosas como «Siempre llegas tarde. Eres la persona más irresponsable y desconsiderada que he conocido». Al hacer esto, la única meta que alcanza es herir y hacer enojar a su amigo.
Resolución de problemas
A veces nuestra ira y frustración son causadas por problemas muy reales e inevitables en nuestras vidas. No toda la ira está fuera de lugar, y con frecuencia es una respuesta sana y natural a estas dificultades. Algunas personas tienen una creencia cultural de que cada problema tiene una solución, y su frustración aumenta al descubrir que no siempre es así. La mejor actitud para superar dicha situación es concentrarse no tanto en hallar la solución sino en cómo manejar y enfrentar el problema.
Mejor comunicación
Las personas enojadas tienden a sacar conclusiones y actuar en consecuencia y algunas de esas conclusiones pueden ser bastante extremas. Lo primero que debe hacer si está en una discusión acalorada es tranquilizarse y pensar sus respuestas. No diga lo primero que pase por su mente, tranquilícese y piense con cuidado sobre lo que desea decir. Al mismo tiempo, escuche con atención lo que está diciendo la otra persona y tómese su tiempo antes de responder.
Cómo usar el humor
El «humor tonto» puede ayudar a calmar la furia de varias formas. Por un lado, puede ayudarlo a tener una perspectiva más equilibrada.
Hay dos advertencias para cuando use el humor. Primero, no intente simplemente «reírse» de sus problemas; en cambio, use el humor para ayudarse a enfrentarlos de manera más constructiva. Segundo, no dé lugar al humor cruel y sarcástico; esa es otra forma de agresión no saludable.
Lo que tienen en común estas técnicas es el rechazo a tomarse las cosas con demasiada seriedad. La ira es una emoción seria, pero a menudo está acompañada por ideas que, si se las analiza, pueden hacerlo reír.
Cómo cambiar su entorno
A veces es nuestro entorno inmediato el que nos causa irritación y furia. Los problemas y las responsabilidades pueden preocuparlo mucho y hacer que se sienta enojado por la trampa en la que parece haber caído y todas las personas y cosas que conforman esa trampa.
Dése un respiro. Asegúrese de tener «tiempo personal» programado para los momentos del día que sabe que son especialmente estresantes. Por ejemplo, una madre que trabaja puede establecer una regla fija de que cuando llega del trabajo, los primeros 15 minutos deben ser un momento tranquilo. Con este breve respiro, se sentirá mejor preparada para manejar las exigencias de sus hijos sin que la saquen de quicio.
Algunos consejos para tranquilizarse son:
Fragmentos extraídos un texto de Charles Spielberger, Ph.D., de la Universidad del Sur de la Florida en Tampa; y a Jerry Deffenbacher, Ph.D., de la Universidad del Estado de Colorado en Ft. Collins, Colorado, psicólogo que se especializa en el manejo de la ira publicados en: American Phsycological Association