Patrioterías
No es personal
Me siento como malabarista y no entiendo cómo le hacen las otras mujeres que tienen que educar, criar, mantener y proteger a sus hijos. Me siento tan cansada, pero sobre todo tan angustiada todo el tiempo. Camino con un nudo en la garganta no solo por las miles de cosas que tengo que hacer, sino también por no saber como reaccionar ante los problemas que van surgiendo a diario.
Me está matando la horrible sensación de que nada de lo que hago es suficiente y que nada salga como espero y solo oigo a mis hijas gritar, pedir y nunca estar satisfechas con nada.
No sé si soy la única, ni como hacerle para sentirme mejor y poder tomar mejores decisiones.
Envidio mucho a los hombres que nos han dejado atrás. Y que cuando les pido dinero para sus hijas se hacen los dignos y hacen todo un drama porque se matan trabajando y no tienen que lidiar con el día a día.
Estoy atrapada entre los reclamos de mis hijas y los reproches de sus papás que por el dinero que mandan se sienten capaces de juzgar si lo que hago está bien o no. Quisiera tomarme unas horas, unos días para hacer algo que me gusta o solo para llorar y dormir.
Extraño dormir. Estoy demasiado cansada y me siento irritable de tiempo completo.
Ni siquiera ahora puedo tener un respiro para escribir, mis hijas siguen gritando y sigo siendo la que no hace caso, la que no les da lo que quieren y me trato de esconder bajo las letras, pero no hay escapatoria.
Quisiera que todo empezara a tomar su curso. Mi teen ya estuviera en la escuela, contenta, con una rutina y amigos, pero no hemos encontrado la escuela perfecta. Seguramente ni existe. Y todo son reclamos por haber ido a “Siempre nublado” y luego por haber regresado.
Hoy solo puedo pensar que es lo peor que me ha pasado. Desde ahí todo sigue en caída libre. Sin salida, sin descanso…
La bebé también necesita miles de cosas y llora todo el tiempo, pfff. Me siento de verdad tan agobiada como me leo.
Otra cosa que me traje de “Siempre nublado” fue la culpa. Nunca antes la había sentido, pero cuando decidí seguir el amor para allá empecé a decepcionar a mi hija. Es la primera vez que sentí que tomé una decisión activa sobre mi vida y mi felicidad. Estaba tan feliz y tan maravillada con todo y todo fue una gran decepción. Sin embargo, lo más fuerte ha sido la decepción de mi hija. Nunca había sentido que estaba tan decepcionada de mi y que todo lo que hacía le parecía mal. Tal vez es o ha sido la adolescencia, pero todos los días veo su desprecio por todo lo que hago y digo.
Desde que nos fuimos hasta que regresamos. No entiende que me fui también por ella, por darle una mejor vida y que si nos regresamos fue porque también la tenía que proteger a ella de lo que estaba sucediendo allá.
Aùn cuando no dejo que la culpa me coma, todos los días escuchar como le has hecho la vida miserable a alguien es demasiado. Si no es mi hija, es el hombre que dejé atrás…
Ya no soporto ni sus gritos ni que me llame borracho para decirme que ya no me quiere o que ya no va a mandar dinero. Estoy tan cansada de todos y de todo. Quisiera soltar y empezar de nuevo a vivir mi vida y volver a disfrutar del día a día. De las pequeñas cosas sin estar tan atada a quienes creen que les hago daño con todas decisiones que tengo que tomar.
No es personal, solo es supervivencia.
Hola zarita! Tengo un regalito para ti 😉
Te leo y me apena que estés pasando por esto, pero hey nena no estas sola y nunca lo has estado 😉
Es un proceso de transformación que necesitas vivir 😉 y puedo compartir algunos libritos y mis experiencias contigo 😉
Animo! Te dejo mi correo para estar en contacto mpradomtz@gmail.com
Ya no te martirices, aprende a respirar y te recomiendo hacer ejercicio físico, si en realidad sientes que vas a estallar, encausa y aprovéchalo, si no tienes oportunidad aunque sea de caminar, limpia una ventana, lava el baño, limpia la estufa, el refrigerador, lo que sea pero deja de pensar!