por Ambar Sofía
Era una tarde, el cielo estaba nublado y una chica yacía sentada en una banqueta de un parque. Tenía una libreta entre sus manos y se encontraba dibujando con carboncillo unas figuras un tanto extrañas, de la nada el viento empieza a formar un tornado llevándose consigo todo lo que está a su alrededor.
La chica guardó sus cosas y huyó, pero mientras más corría, sintió que no avanzaba nada pues el viento le estaba impidiendo moverse. Se dejó llevar y sus piernas comenzaron a flotar siendo atrapada por el remolino.
En un abrir y cerrar de ojos se encontró en el espacio, observó las estrellas y los planetas. El silencio era penetrante, pero ella disfrutaba de la maravilla que veían sus ojos. Sacó nuevamente la libreta de su bolsillo y comenzó a dibujar preguntándose si estaba en un trance entre la vida o la muerte porque todo parecía verse muy real.
Volvió a cerrar los ojos y se encontró adentro de un hospital vacío. Estaba usando una bata blanca como la de los doctores y en eso empezó a escuchar un sonido muy fuerte de una guitarra eléctrica. Sintió un golpe en la cabeza y despertó.
Era la alarma de la chica con una de sus canciones de rock favoritas, ella se encontraba en su cama, aliviada de que todo había sido un simple sueño.