Duelo migratorio, ¿cuáles son las señales para reconocerlo y combatirlo?

Al igual que el resto de los duelos, no todo el mundo los vive de la misma manera, no en todas las personas tienen la misma intensidad, no todo el mundo pasa por las mismas vivencia. Esto depende de muchos factores: el estilo de afrontamiento, los rasgos de personalidad, las circunstancias contextuales, las redes sociales, etc.

Sin embargo, se han descrito una serie de circunstancias personales y sociales que, en conjunción, actúan como formas de predicción de duelo migratorio:
  • Desorientación temporal – espacial prolongada
  • Incomunicación con la población de origen y asilamiento
  • Dificultad para encontrar vivienda o vivir en condiciones insalubres o hacinados
  • Dificultad para establecer un ritmo de vida normalizado
  • Soledad, sentimiento de fracaso y de miedo
  • Sentimiento de tener que luchar para sobrevivir por estar sometido a condiciones de explotación o humillación.

Junto con la confluencia de los factores anteriormente señalados que actúan como predictores, habría que señalar algunas de las expresiones sintomáticas frecuentes cuando el duelo ya es manifiesto:

  • La tristeza. Es un estado de ánimo que tiene que ver con lo dejado atrás, con la dificultad para conseguir el proyecto migratorio.
  • El llanto.
  • La culpa.
  • La ansiedad está ligada a la lucha intensa por conseguir los objetivos propuestos, de igual manera está ligada al miedo por los peligros, discriminaciones e incertidumbres que se viven en torno a muchos procesos migratorios. La ansiedad también se refleja en torno al choque cultural y al grado de tolerancia a la frustración que tenga cada cual.
  • La irritabilidad está relacionada con la magnitud de las frustraciones a las que se debe hacer frente. La falta de autonomía, la falta de recursos económicos, las jornadas de trabajo inacabables pueden ser generadoras de irritabilidad.
  • Miedo, confusión y preocupación. El miedo está presente en buena parte del duelo migratorio, aparece y desaparece o se aminora. Los síntomas de confusión son frecuentes, sobre todo en los primeros momentos de estancia en el lugar de acogida. El hacer cosas diferentes, en lugares diferentes, con personas diferentes favorece la confusión. La pérdida de referencias ayuda en este proceso de confusión. Y las preocupaciones tienen que ver con el alto nivel de presión que se recibe.
  • El sentimiento de culpa. Corresponde con sentimientos de dejar abandonados a personas queridas. Los sentimientos de culpa se pueden avivar cuando la persona inmigrante toma contacto con esas personas víctimas del «abandono» y se produce algún tipo de reproche real o fabulado por el propio inmigrante. El sentimiento de culpa dificulta el disfrute en la sociedad de acogida, este sentimiento obstaculiza, limita, castra los momentos de diversión o alegría que se puedan dar, sobre todo en los primeros momentos de la estancia.

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1ro. de marzo, Día del Albur!!!

El albur es un juego de palabras de doble sentido donde uno o varios de los elementos expresados toman un doble sentido en su significado. Suele acarrear connotaciones sexuales. No se limita a la comunicación oral pues puede incluir ademanes, gestos, expresiones gráficas, escritas e incluso sonoras no lingüísticas como el silbido.
Se conoce como alburero (a) a la persona que frecuenta este tipo de comunicación y como albureado (a) a la que es víctima.

«Lectores que se las dan por cultos, les dedicamos ésta, columna que tanto les gusta. Siéntense a disfrutarla.»

Acomoda mesas: Si así te lo piden, sé ventajoso: agarra mesa larga y siéntate a comer a gusto.

Agosto: Mes para hacer niños al costo

Arroz con popote: Método de ingestión válido también con los ostiones.

Benito Camelo: famoso socialité; sale con Alma Marcela Velez Ovando.

Chile de setecientas semillas: Muy picante y su salsa empanzona.

Chile pasillas: Picante usado en monturas.

Chocolate en barras: Práctica presentación del cacao.

Chupa limón: Invitación a degustar el zumo.

Concha, Queta, Mela y Rita: Las cuatro primas de todo mexicano.

Échame una mano: Traducción mañosa de give me a five!.

El chico temido: Joven delincuente en potencia.

El negro que hacía cobijas: Africano dedicado al negocio de los cobertores; luego se asoció con el pelón que hacía guantes.

El niño Santiago: Pequeño que presta servicio de limpieza.

El pájaro quema maíz: Ave que arruina las cosechas; pariente del pájaro que orina sobre las placas, y el que orina sobre las uñas de los tigres.

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