Retomamos los hallazgos del psiquiatra William Glasser.
Diversos estudios señalan que bailar tiene efectos benéficos para la salud mental y física de las personas. En su libro Positive Addiction, el psiquiatra William Glasser menciona algunos de ellos. Él considera que realizar actividades regulares relacionadas con el baile y la danza tiene los siguientes efectos positivos:
Estimula el hipocampo: el área del cerebro que regula el estado de ánimo, y las zonas relacionadas con la coordinación del cuerpo.
Ayuda a la memoria: Afianza los patrones mentales y la creación de nuevas posibilidades por cada nuevo movimiento aprendido.
Antidepresivo: Previene la depresión gracias a la liberación de endorfinas y otras hormonas relacionadas con la felicidad.
Mejora la reacción de tus neuronas: Aumenta la transmisión nerviosa, especialmente cuando se combina con el canto y la música.
Más oxígeno al cerebro: Duplica el suministro de sangre al cerebro y los niveles de oxígeno cuando se hace aeróbicamente, de manera que favorece la producción de neurotransmisores.
Beneficios a tu físico: Ayuda a la construcción de músculos y previene enfermedades del corazón.
Contra males neurodegenerativos: Ofrece esperanzas en la batalla contra la enfermedad de Alzheimer, pues aumenta la actividad prefrontal y temporal, y mejora las habilidades de comunicación, la memoria y la atención.
Desarrollo mental: Ayuda a los niños de todas las edades a trabajar y pensar más rápido, y a formar nuevas interconexiones en sus mentes.