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Cultura del hate

¿Te has dado cuenta que cada vez es mas difícil postear algo en redes sociales sin que alguien te agreda o te haga sentir mal? 

Eso es la cultura del hate. 

La pandemia nos hizo cada vez mas dependientes de las redes sociales para socializar, desgraciadamente mucha gente las usa para sacar sus frustraciones, falta de tolerancia y sobre todo su incapacidad de lidiar con las diferencias. 

En esta sesión, la comunicóloga Gilda Rios nos habla sobre este fenómeno y nos da una excelente idea para desarrollar habilidades de comunicación en casa con nuestros hijos. 

¡Esta historia te dará herramientas clave de comunicación!

La lluvia

por Abi Cataño

Los días más lluviosos del año acababan de comenzar, por lo que no era ninguna sorpresa que por las tardes en el cielo se escucharan los relámpagos lejanos hasta que las gotas golpearan las puertas, las ventanas, y a los carros. De vez en cuando alcanzando a mojar a unos cuantos desafortunados que no llegaron a tiempo a sus hogares para refugiarse. 

Una tarde estaba sola en casa, todos habían salido a excepción mía, ya que cada uno tenía planes. Quería relajarme así que me acosté en mi cama mientras la madera crujía con cada movimiento que hacía para acomodarme en ella. Me puse mis audífonos una vez que estaba en una posición cómoda, desde mi celular entré a Spotify para buscar una playlist tranquila y melancólica que me ayudara a olvidarme de todos mis pensamientos por el momento. 

Mi objetivo era poder concentrarme en cada nota musical, quería ponerles atención a los diferentes instrumentos de cada canción, sentir todas las emociones que intentaban expresar y transmitir los cantantes. 

Estaba casi por terminar la lista de canciones cuando me di cuenta de que no escuchaba tan claramente a comparación de como comencé, había un sonido ahogado por los mismos audífonos. Decidí quitarme uno solo, entonces la música se dividió en dos, esa sensación de separar algo que debe ir junto; al mismo tiempo que se rompe la burbuja dentro de mi cabeza en donde estaba escuchando la música, todo para prestarle mayor atención al ruido del exterior. De inmediato me acostumbré a la realidad y me di cuenta de que se estaba cayendo el cielo, una tormenta eléctrica azotaba las calles al otro lado de mis ventanas. 

De vez en cuando veía los destellos de luz blanca iluminar mi cuarto casi por completo y solo esperaba al estruendo del cielo rompiéndose, el trueno que siempre llega seguido del relámpago. Me acerqué a mi ventana para ver y escuchar las gotas golpearla con fuerza hasta que cesaron, al igual que las canciones en mi playlist.