Y vivieron felices para siempre

logo letrafria

Patrioterías por Laura Zita

Y vivieron felices para siempre

Cuando estamos tan enamorados que lo único que queremos es estar con el ser amado, nos volvemos ciegos, sordos y mudos a los temas importantes de la vida común. A eso agréguenle si nuestro amor es un guapo extranjero que nos promete una vida de aventura en un paraje desconocido. El primer impulso nos hace decir: ¡Siiiii!

Entrevisté a tres grupos diferentes de mujeres que han emigrado al lado de su amor y les pedí que me dijeran que temas hubieran querido tratar antes de aventurarse a vivir lejos de México. Los temas los dividí en varios temas generales para de ahí partir a tópicos más específicos.

Valores.

Los valores son universales, eso es cierto, pero la manera en que los priorizamos es diferente. De ahí nace la necesidad de hablar no sólo de amor y respeto, sino también de creencias religiosas y políticas. Y si planean tener hijos es otro asunto. ¿En qué religión los van a educar? ¿Cuáles son los límites que les van a poner? ¿Qué se permite y que no?

Dinero.

obtenerdineroA nadie nos gusta hablar de dinero y menos cuando estamos en la nube rosa del enamoramiento, sin embargo éste es un tema vital. Sobre todo si pensamos que cuando nos vamos a otro país a vivir es muy complicado conseguir un trabajo como el que teníamos en México. Muchas veces se tiene que abandonar la idea de trabajar en nuestra profesión y muchas otras se decide que es mejor quedarse en casa a cuidar a los hijos. ¿Quién va a pagar qué? ¿Cuánto se ahorrará mensualmente? ¿Qué se hará con el dinero ahorrado?

Esparcimiento.

Todos pensamos en divertirnos, pero no significa que tengamos el mismo sentido de diversión que nuestro amor. Y aquí entra un tema muy importante cuando vives en el extranjero: ¿cada cuánto tiempo se podrá regresar a México de vacaciones? La familia y los amigos se extrañan y a veces el tan ansiado viaje se aplaza por millones de motivos. Es mejor tener en claro que tal vez será solo una vez cada dos años o menos aún. También es importante hablar del tiempo que se pasara con la familia extendida (padres, hermanos, primos, etc), con los amigos y en pareja. Una cita de vez en cuando ayuda siempre a avivar la pasión y a conocerse mejor, ¿habrá tiempo de esparcimientos separados? ¿Qué se hará con el tiempo libre?

Plan de vida.

¡Este tema es importantísimo! Tener un plan de vida común puede evitar muchos dolores de cabeza. Se puede hablar tanto de profesión, como de hijos, compra de inmuebles, vacaciones, estudios, etc. Cuando ya no eres uno, las prioridades son diferentes, sin embargo no se pueden olvidar los sueños individuales. En este tema, también hay dos puntos escabrosos: el divorcio y el fallecimiento. Obviamente son cosas en las que uno no piensa ni por error cuando estás enamorado, pero siempre existe esa posibilidad. La vida no está comprada, como diría mi madre. ¿Quién se queda con los hijos? ¿Cómo se reparten los bienes? ¿Prefieres ser enterrado o cremado? Como dice la canción, ¿quieres que digan que estás dormido y que te entierren en México?

Roles.

roles-de-la-parejaEste tema generalmente causa menos problemas si se habla con tiempo y antes de empacar y saltar al avión. Muchas veces no sabemos quién va a hacer que y aquí entran las creencias y los valores que hemos aprendido de nuestros padres. Tal vez para ti, el hombre debe ser proveedor y protector, tal vez para él la mujer debe quedarse en casa a cuidar a los hijos. Sin embargo, no es una regla. En muchos países se vive la igualdad de géneros y nuestros divinos tormentos tal vez no estén esperando a la mamá mexicana, porque ni la conocen y para ellos posiblemente sea más importante el crecimiento económico de la pareja. Esto quiere decir que los dos trabajen a la par para crearse un futuro. Cada cabeza es un mundo y es mejor hablar de todo esto y más antes de darse un buen golpe contra el piso.

El amor es maravilloso, pero la comunicación lo es más. Estos consejos y recomendaciones nacieron de mis grupos de mexicanas en el extranjero, pero creo que aplican hasta para los que se enamoran de compatriotas y deciden aventurarse a vivir en pareja. Aun cuando no vayas ni a salir de tu colonia, hay temas importantes a tratar que te ayudarán a tener una mejor relación con tu amor.

Espero que estas recomendaciones les ayuden a tener un «y vivieron felices para siempre». Suerte.

Azul por Laura Zita

Patrioterías

Nadie me dijo que tener hijos iba a convertir mis días de 24 horas a 30, 40, 50… o al menos así se siente a veces. Amo cómo la gente romantiza el “sacrificio de una madre”: ¡Mis polainas! diría mi abuelo militar y revolucionario.

Todos los días trato de robarme unos minutos para mí. A veces, son muchos. A veces solo lo que dura un cigarro, que fumo lentamente para disfrutar todos sus beneficios relajantes.
Hay días en los que parezco propulsada por combustible de aviones y tengo la fuerza de mil leones… generalmente al otro día me baja.

¡Ah maldito periodo que me engaña! Me siento la súper mujer y saz. Al otro día, apenas me puedo mover por los cólicos y el malestar en general.

Para los hombres que no saben, ni sabrán, qué se siente, les contaré que es como tener una gripa fuerte que te corta el cuerpo y los retortijones que dan cuando uno tiene una fuerte infección estomacal. Y no estoy exagerando.

Creo que lo peor que puedes hacer siendo mujer es resistirte. De todas maneras, llegará cada mes, en el mejor de los casos, y es preferible estar preparada, respirar profundo y recordar que cada menstruación es el regalo de la vida. Nuestra posibilidad de procrearnos y el recuerdo de dónde venimos.

Aun me pasa que días antes del periodo me siento como apaleada. Luego viene el golpe de energía y a continuación la sangre. Para mí, este último paso generalmente me hace sentir liberada aun cuando venga con algunos cólicos malditos. Siento como si mi cuerpo se liberara de tensiones y se abriera a un nuevo ciclo. Una renovación cada mes.

Las mujeres tenemos este regalo de la vida que nos hace renovar una parte de nuestro cuerpo cada 28 días. ¡Es fabuloso!

Lo que menos me gusta es que esos días es que mi olfato se vuelve más perspicaz que el de un sabueso. Huelo lo que cocinan mis vecinos, el perfume del que pasa junto a mí, la coladera del patio, etc. Y por supuesto, la sangre. Por esa razón, prefiero los tampones para no sentirme asqueada todo el tiempo.

neutralizador-de-olores1

Sin embargo, trato de dar gracias cada mes por mi renovación, ya que sé bien que no dura para siempre y aunque estoy lejos de la menopausia, todo comienza a cambiar con ella.

Menos toallas, menos miedo a quedar embarazada, pero también vienen cambios en general. Sin las hormonas que generan el periodo también viene la resequedad, los calores y los cambios de humor. Preferiría tener periodo por el resto de mi vida, pero tampoco creo que pelearé con la menopausia. Es una batalla perdida. Cuando llegue, mejor la abrazaré como la liberación final.

Y pues me volveré cliente de las cremas y los lubricantes.

No planeaba hablar de la menstruación, pero de alguna manera siento que es un tema aun tabú. Hace algunas semanas, leí un artículo de una deportista que en una competencia no le fue muy bien y alegó que estaba en “sus días” y la comunidad deportiva la tiró de loca.

Los comerciales de toallas siguen presentando compresas con tinta azul.
¿Quién tiene periodos azules? ¿Pitufina?

 images-6
La mitad de la población del mundo tiene periodo y sigue siendo tabú. Cuando se te vuelca la bolsa y sale volando tu toalla o peor aún los tampones, recibirás el mal de ojo de quienes te rodean como si le dijeras al mundo: “Si, tengo periodo”. Es verdaderamente cómico y absurdo.

Decían también en ese artículo que si los hombres fueran los que tuvieran periodo hasta el día les darían en el trabajo y los comentaristas de deportes incluirían una gráfica de desempeño de “esos días”.
Bueno, pues solo para aclarar: sí, todas las mujeres tienen periodo, somos la mitad de la población mundial y no sangramos azul.