¿Comprar o no comprar un árbol de Navidad?

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Por Laura Zita
Fuente: Letra Fria

Y comienza el dilema de cada diciembre, ¿comprar o no comprar un árbol de Navidad?
Cuando era niña, mi mamá ponía un árbol espectacular junto a la ventana de la sala, la que daba a la calle. Tenía tantos adornos que podía elegir cada año si era una Navidad verde, morada, roja, dorada, de diferentes colores o totalmente blanca.
Poner el árbol era todo un ritual y un momento para compartir con mis hermanas mayores. Primero extendíamos las luces por el piso y las conectábamos a la corriente eléctrica para probar que todos los foquitos sirvieran. Luego poníamos las luces en el árbol con mucho cuidado para no enredarlas ni llenar demasiado algunos espacios y dejar otros sin iluminar.
Algunas veces, mi mamá hacia palomitas de maíz, las ensartaba con aguja e hilo y hacia largas guirnaldas para el darle muchas vueltas al árbol. Todavía puedo recordar el aroma de las palomitas de maíz inundando la casa. Adoro ese olor.
Luego, sacábamos las preciadas cajas de esferas y adornos navideños. Mi madre no soportaba los adornos de plásticos, así que cada caja contenía un tesoro brillante de cristal de diferentes colores. Había muchas cajas de esferas rojas, verdes, amarillas, azules, doradas, plateadas y pequeños ángeles y campanas.
Y por último, colocábamos la estrella en lo más alto del árbol.
Este era el trabajo de todo un día, en el que reíamos y la casa estaba llena de gente que entraba y salía. Lo que mas me gustaba era cuando llegaba la noche y el árbol se veía mágico: lleno de brillos y luz. Me gustaba quedarme hasta tarde viéndolo resplandecer.
Algunos años no fueron muy buenos, mis padres eran un tanto desorganizados en Navidad y Año Nuevo. No lograban ponerse de acuerdo en donde iba a ser, con quien y a veces no había dinero, pero todo mejoró mucho cuando mis hermanas ya trabajaban. El árbol se iba llenando de regalos grandes y pequeños, brillantes y bien envueltos. Al llegar la Navidad había muchísimos al pie del árbol.
Mi mamá cada año prepara Bacalao (nunca me ha gustado). Cuando era niña, había siempre mucha comida: spaghetti, pastel, romeritos, ensalada, a veces pavo o pierna al horno. Recuerdo como entre sueños, la casa caliente por el horno y con el aroma de toda la comida que se iba preparando durante el día.
La noche anterior a Navidad, después de cenar abríamos lentamente los regalos y nos dábamos abrazos y besos. Las ventajas de ser la hija menor es que casi siempre me daban muchos regalos y podía dormir hasta muy tarde.
Sin embargo, el momento mas especial era cuando durante la Noche Buena, llegaba Santa Claus. No podía casi ni dormir por tanta emoción y en cuanto despertaba corría escaleras abajo y buscaba debajo del árbol, justo donde había dejado mi carta. Siempre encontraba juguetes, ropa y zapatos. Agarraba todo y corría a despertar a mis papás.
Después, mis hermanas bajaban a ayudarme a armar los juguetes nuevos, pegar estampas y me decían como funcionaba cada cosa. Me encantaba verlas, más aún que jugar con los juguetes.
La mañana de Navidad, recalentábamos la comida y pasábamos todo el día acostados en la sala junto al árbol viendo películas y comiendo.
Si, ¡quiero un árbol y adornarlo con mis niñas!
Por aquí, les dejo unos consejos para el elegir el árbol que los acompañara esta Navidad y Año Nuevo:
1) Renta un árbol vivo con maceta, sin cortarlo, para que pueda ser replantado al final de su uso o compra un árbol que puedas replantar en tu propio patio. Huelen delicioso, siguen vivos y generan oxigeno.

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2) Si vas a comprar un árbol, prefiere un árbol natural a uno artificial, pero cuando se terminen las fiestas no lo tires a la basura. Busca un centro de acopio donde lo puedan reciclar.

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3) Ten cuidado cuando compres árboles de importación. Cuando son muy baratos puede ser que hayan entrado al país de contrabando y no cumplan con las normas sanitarias. Esto es muy grave, porque estos árboles pues traer insectos nocivos y muy diferentes a los que hay en el país donde vives.

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¡Felices fiestas!

Trucos para decorar en Navidad (sin gastar mucho dinero)

En plena crisis llega de nuevo la Navidad y estoy segura de que no estamos para muchos gastos y menos para la  decoración. El dinero mejor guardarlo para los turrones, el cava y los regalos. Es por ese motivo que he pensado que estaría bien dar algunas ideas para decorar de forma muy económica y con resultados espectaculares. El buen gusto y las buenas ideas no siempre necesitan grandes presupuestos.

Así que no te desesperes. Tu casa puede lucir como en los mejores tiempos con estos sencillos trucos decorativos navideños

1. El rojo es el color estrella en Navidad:

Si tienes las paredes de color rojo estás de enhorabuena. Podrás dar un aire muy festivo con muy poca cosa, ya que parte de la decoración tus paredes la llevan de serie. En ese caso, simplemente con el árbol la decoración estará casi lista. Si quieres dar un aire mucho más festivo (sin gastar mucho), compra algunas guirnaldas  de papel en blanco y rojo y cuélgalas del techo. Puedes añadir algunos complementos más en esos tonos (que seguro los tienes de otros años) como por ejemplo, velas, o bolas decorativas del árbol (colocadas en lugares estratégicos dan un toque muy sofisticado y navideño).

En esta imagen puedes ver el efecto que se consigue con estos sencillos trucos.

2. Las luces son muy festivas:

La mayoría de nosotras/os no tenemos las paredes de rojo. Pero no importa, también tengo muy buenos trucos si las paredes están pintadas en colores neutros (Blanco, beige, piedra, crema). En estos casos lo que queda súper elegante es colocar algunas luces navideñas (si puede ser blancas, aunque puedes probar con otros colores) en lugares estratégicos. Si las pones en un sitio destacado de la estancia, crearán un efecto increíble. El resto de decoración se puede acompañar con algunas velas (también blancas) y algunos adornos con hoja natural (las típicas de navidad)

Como ves, en esta decoración no hay muchos elementos típicamente navideños, sin embargo el aire es totalmente festivo y muy, muy elegante y sofisticado.

3. Adornos potentes para atraer la atención:

En muchas ocasiones lo ideal es optar por la sobriedad. Si ya tienes el árbol de Navidad, una opción sencilla, pero muy efectiva, para ambientar es colocar unos centros de mesa muy llamativos. No es necesario “cargar” la habitación con nada más. Los centros deben ser grandes y “cantones”, de forma que la atención se centre en ellos. Al desviar la atención hasta esas piezas, la sensación es que el comedor está mucho más decorado de lo que en realidad está. Siempre es mejor unos adornos “potentes” en lugares estratégicos que muchos adornos con poca entidad. ¿Entiendes el concepto?

Aquí puedes ver un ejemplo de centros de mesa con gran poder de atracción.

4. Pequeños detalles y un gran conjunto

A veces la imaginación es mucho mejor que una gran billetera. Hay algunos iconos típicos de la Navidad. Juega con ellos y crearás auténticas maravillas con muy poco presupuesto. El rojo siempre es un color que nos ayuda con el efecto festivo. Aunque tu puedes combinarlo con verdes, dorados, platas, etc…. Un simple mantel a cuadros, unos dulces típicos a modo de adorno, y un toque con plantas típicas de la época (muérdago, galcerán, etc…) pueden dar un acabado festivo y desenfadado. Seguro que en la tienda de “todo a cien” o en los “chinos” encuentras muchos de los complementos para hacer realidad esta idea.

Esta es una de mis decoraciones preferidas. Porque además de quedar preciosa con muy poco presupuesto, creo que se adapta muy bien a comidas familiares en las que haya niños.

5. Un poco de originalidad con mucha elegancia

Los adornos de navidad dan mucho juego, y el único límite es la imaginación. Así que puedes innovar o pensar en cosas tan originales como colocar unas alas de ángel a tus sillas. Y rematar la decoración con pequeños árboles de navidad. Sólo un consejos. Si vas a colocar muchos adornos, intenta que sean en colores bastante neutros (platas o blancos) para no recargar demasiado y dispersar la atención. Recuerda que lo que interesa es concentrar la mirada en sitios estratégicos. La mayoría de veces, menos es más.

Me encanta esta idea de poner alas a las sillas. Y lo mejor de todo es que este tipo de complementos están al alcance de todos los bolsillos.

Con estos trucos ya no tienes excusa para que estas fiestas tu casa luzca con todo su esplendor. ¿Te animas?

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